LA HACIENDA EL LAMERO,
CASA SOLARIEGA EN GARACHICO DE LOS PONTE XIMÉNEZ
En la foto aérea puede apreciase la casa de la Hacienda El Lamero,
destacada al rodearla con un trazo amarillo
La finca El Lamero (Garachico), con casa-habitación, terrenos (125.988 m2 en el siglo XIX), aguas, casa lagar y estanque, fue parte de la data concedida a Cristóbal de Ponte por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo el 1 de julio de 1497 ante Bartolomé Sánchez, y ratificada en la partición celebrada el 4 de agosto de 1558, ante Francisco de Rojas, entre Pedro de Ponte y Vergara, hijo del dicho Cristóbal, y Dª María de las Cuevas (viuda de Bartolomé de Ponte y Vergara) y los hijos de éste Bartolomé; adjudicándose a Pedro de Ponte y Vergara, que había casado con Catalina de las Cuevas.
Pedro de Ponte y Vergara y su mujer fundaron en La Laguna a 15 de abril de 1567, ante Juan López de Azoca, dos mayorazgos: el uno para su hijo mayor Nicoloso de Ponte y Cuevas el otro para su segundo hijo Alonso de Ponte y Cuevas. En tiempo de Pedro de Ponte el Lamero era llamado casa de criar sedas, y lindaba por arriba con viñas de Luis Machado y con González Rodríguez Gallego, y por abajo la mar, por una lado una viña de María de las Cuevas. El predio que luego fue conocido como el Lamero se adjudicó al mayorazgo Alonso de Ponte y Cuevas, aunque en época de Cristóbal de Ponte ese terreno era parte del Cercado de San Sebastián.
Ha habido una desafortunada confusión con la ubicación de la ermita de San Antonio de Padua de los Ponte y se ha asignado incorrectamente El Lamero a la familia del Hoyo (a Alonso del Hoyo, en vez de a Alonso de Ponte Ximénez) o también erróneamente a la familia Gallegos. Alonso de Ponte Ximénez fue bisnieto de Pedro de Ponte y Vergara, como hijo único de María de Ponte y Vergara, a su vez hija única de Alonso de Ponte y Cuevas, que fue segundo hijo de Pedro de Ponte y Vergara y había casado con Elvira de Vergara Alzola.
Por otro lado, se habla de una finca de los Ponte llamada el Drago, donde existía una ermita de San Antonio de Padua que estuvo ubicada supuestamente en Las Cruces o en La Caleta (esta ubicación es incorrecta). En tal caso hubiese habido dos ermitas con el mismo nombre en Garachico. Pero es erróneo. El Lamero siempre fue propiedad de los Ponte Ximénez y en ella desde 1633 ha existido una ermita con dicha denominación, y tanto la hacienda como la ermita están ubicadas en una zona efectivamente que se conocía como El Drago.
Todo ello se puede constatar con infinidad de documentos existentes (legajos antiguos) en el archivo Brier Ponte que se encuentra en el AHPT Archivo Histórico Provincial de Tenerife, y también está perfectamente explicado en el Clío Garachicense núm. 2 titulado 'La Hacienda El Lamero y Los Orígenes de Garachico', escrito por el historiador Pérez Morera; en el cual se desmiente que El Lamero fuera construido por la familia del Hoyo y se explica el origen de una confusión tan extendida, desde la época de Pedro Tarquis (1974), por una nota errónea tomada por él del Archivo Histórico Provincial AHPT. Este equívoco - explica - fue luego repetido por Alejandro Cionarescu y actualmente se reproduce una y otra vez en multitud de entradas en internet o en informaciones sobre la historia de Garachico. De hecho, si se busca El Lamero en internet, la primera entrada que sale contiene esta información desafortunada.
El archivo Brier Ponte tiene una parte que es la documentación antigua de la familia Ponte-Ximénez y de la familia Prieto del Hoyo que se encontraba seguramente en la casa de los 'Ponte Prieto' de la c/Esteban de Ponte (actual Hotel San Roque) en el momento de su enajenación (recordemos que fue Conrado Brier Ponte quien la vuelve a comprar a los Noriega y más adelante la vende al inversor francés) o en el propio El Lamero; o una suma de la documentación existente en ambas casas.
En el año 2015 El Lamero fue declarada BIC (Bien de Interés Cultural) en la categoría de monumento.
Según Pérez Morera, en su libro Clío Garachicense núm. 2 La Hacienda El Lamero y los orígenes de Garachico, "durante el siglo XVI El Lamero formó parte del llamado 'Cercado de San Sebastián', conocido así por la capilla o ermita fundada por Cristóbal de Ponte el Viejo debajo de sus casas (...). Desde principios del siglo XVII la viña, majuelo y cercado de San Sebastián pasó a llamarse 'Cercado de El Lamero', en alusión probablemente a la naturaleza cenagosa y húmeda del suelo, todavía no cubierto por las lavas de la erupción de 1706.
La primera referencia a tal denominación que hemos encontrato se remota a 1618. Ese año, don Alonso de Ponte Ximénez, sucesor en el mayorazgo [el de segundogenitura] fundado por su bisabuelo Pedro de Ponte el Viejo, declaró que su padre y su abuela, don Juan Francisco Ximénez y doña Isabel Jorva, administradores del mismo mayorazgo, habían cedido a tributo perpetuo al cuarto, desde 1610, a Manuel Juan y pedazo de tierras donde llaman El Lamero de las destinadas, conforme a las cláusulas de su fundación, para dar solares, con cuatro dulas de agua para regar la viña que allí habían de plantar; 'todo lo qual linda por la parte de arriba la pared y sserca que está entre el dicho ssercado del Lamero y los morales míos y de Nicolosso de Ponte, desde la pared del ssercado de las tierras del dicho Nicolosso de Ponte, abaxo del Molino Nuevo, hasta la caxa del agua de los frayles de Ssan Francisco, que está dentro del dicho ssercado del Lamero; y de allí, contando derechamente a la esquina de la casa de la sseda que oy tengo hecha dentro de las cassas de mi morada; y por la parte del nassiente linda con el ssercado de tierras de los herederos de Niculoso de Ponte; y por la parte de abajo, sitios calmos míos hasta dar a el drago y de allí, corriendo la pared de albarrado que está hecha, a dar al otro lindero de la parte de arriba, según todo ello está ssercado... '.
El drago citado en la misma escritura, situado en la calle San Antonio o de El Drago, por debajo de las casas del mayorazgo, hizo que el lugar donde se hallaba enclavada la vivienda fuese conocido con el nombre específico de El Drago. Así consta en la fundación de la ermita de San Antonio, eregida en 1633 por el capitán Alonso de Ponte Ximénez en su hacienda de El Lamero, en la parte donde dicen El Drago.(...)".
Isabel Jorva y Juan Francisco Ximénez (en representación del menor Alonso de Ponte Ximénez, abuela y padre respectivamente) habían tratado con dicho Manuel Juan, dándole a tributo El Lamero, pero no le habían celebrado la escritura hasta el 26 de octubre de 1618, ante Gaspar Delgadillo.
Por otro lado, Alonso de Ponte Ximénez arrienda a Sebastián Díaz Labrador de viñas dos molinos que tenía en Garachico por cuatro años por siete y media fanegadas de trigo a la semana. La siete en grano y la media en dinero siendo de cuenta de Alonso de Ponte los reparos de los molinos. Pasó ante Gaspar Delgadillo en 20 de diciembre de 1622.
Según Jesús Pérez Morera en el citado libro, "la casa de la Hacienda El Lamero tiene su origen en el núcleo central de la hacienda y heredamiento del genovés Cristóbal de Ponte, considerado como fundador o primer poblador de Garachico (...)". Según este autor, sería aquí, frente al Roque de Garachico, donde situaría el núcleo central de su hacienda, incluida su casa, con huerta, cercado de viña y morales, detrás del antiguo convento de San Francisco.
En la partición de 1558 entre Pedro de Ponte y Vergara y los sucesores de su hermano difunto Bartolomé de Ponte y Vergara, El Lamero se le adjudicó a Pedro de Ponte y Vergara. En tiempo de este Pedro de Ponte el Lamero era llamado 'casa de criar sedas', luego seguramente la finca tenía muchos árboles morales y aún no se había convertido en la viña que luego fue durante siglos.
Con más de 24 fanegadas de extensión, era regado con las dulas del agua de los molinos, alimentada por las numerosas fuentes que manaban de los riscos superiores.
La pimera gran casa de la hacienda de El Lamero había sido construida o reformada en profundidad en la primera mitad del siglo XVII por Alonso de Ponte Ximénez, hijo único de Juan Francisco Ximénez y Jorva-Calderón (casado con María de Ponte, hija única de Alonso de Ponte y Cuevas), el primero en llevar el apellido de Ponte-Ximénez, y que casó con Polonia de Castilla y Guzmán. Tuvo que llevar el apellido Ponte en primer lugar por imposición del mayorazgo de Ponte, cosa que no sucedía con el mayorazgo de Ximénez (del que también quedó como sucesor); pasando Ximénez a un segundo lugar pues aunque sus sucesores debían usarlo no obligaba a que fuera en primer lugar, creándose el apellido Ponte-Ximénez.
El coste de las bien hechurías realizadas (o sea, de una reforma profunda y con mejoras) por Alonso de Ponte Ximénez fue de 39.766 reales, una fortuna en aquella época.
Se convirtió con el tiempo en la mansión principal del mayorazgo de Ponte Ximénez. Un auténtico palacio.
En esta casa falleció don Alonso en 1645.
Según Pérez Morera, la casa de El Lamero no se salvó de la destrucción del volcán de 1706 y fue reconstruída a lo largo del siglo XVIII por Nicoloso de Ponte-Ximénez y Ponte y su hijo Gaspar (respectivamente abuelo y padre de Melchor de Ponte y Prieto. Nicoloso había casado en 1749 con Catalina Teresa de Ponte y Mesa, hija del III marqués de la Quinta Roja).
Alonso de Ponte Ximénez en 1633 había impuesto 3 ducados a los beneficiados para la fiesta de San Antonio (en la ermita de la hacienda), por cantar la misa en la víspera y poner la cera.
Documento antiguo (en libro de protocolos) donde puede verse que Alonso de Ponte Ximénez funda la ermita de San Antonio de Padua el 5 de noviembre de 1633, con aprobación y licencia para las funciones que se quieran hacer en honor de este Santo, y con declaración de su Santidad de hacer día de fiesta con obligación de oir misa el día de dicho santo.
Fotos del proceso de restauración por parte de la Universidad de La Laguna ULL del retablo de la ermita de San Antonio de Padua en la Hacienda El Lamero efectuada a partir de 2009.
Artículo de prensa de 15/12/2009
El 06/11/1633 el capitán Alonso de Ponte Ximénez elevó súplica al obispo Cámara y Murga para llevar a efecto la fundación de la ermita. En la misma fecha, el dicho obispo, a la sazón en visita pastoral en la villa y puerto de Garachico, concedió licencia para edificarla (indicando que será en la parte donde dicen el Drago), señalando que Alonso dotaba la ermita con 33 reales de renta cada año para reparos de ella.
Según nos indica Pérez Morera, "la ermita de 1633-1635 se salvó en toda su integridad del incendio provocado por el volcán de 1706, aunque su sacristía fue añadida en una fecha algo posterior, con anterioridad a 1684, por el marqués consorte de Adeje Nicoloso de Ponte-Ximénez (nieto y sucesor de Alonso de Ponte Ximénez).
Constituye la parte más antigua de la edificación actual. El recinto, a pesar de su deterioro, se conserva en toda su integridad. Su pavimento de ladrillos de barro y azulejos sevillanos, su rica techumbre mudéjar y su retablo de madera dorada, blasonado con los escudos de sus patronos (...)".
Alonso de Ponte Ximénez había hecho varias transacciones en 1633 a los anteriores propietarios del dominio útil de la viña de El Lamero, incorporando dicho dominio útil al dominio directo o de señorío que tenía.
La finca ya contaba en aquel entonces con pequeña casa, lagar y bodega.
Dichos censatarios o propietarios del domino útil eran Sebastián Díaz y María Díaz, que habían comprado ese derecho en 1618 a un tal Manuel Juan. Éste a su vez la había recibido en dación por Dª Isabel Jorva y Juan Francisco Ximénez (su nieto Gaspar de Ponte-Ximénez, hijo de Alonso, le echará en cara haberla dado a censo siendo bienes del mayorazgo fundado en 1567).
Existe en el archivo Brier Ponte un documento original de fecha de 03/04/1633 de una escritura de compra que realizó Alonso de Ponte el Viejo, ante el escribano Gaspar Delgadillo, con Gonzalo Francisco Piloto, como heredero de la dicha María Díaz, y María Enríquez su mujer como hija de María Díaz de la parte que le podía tocar en dicha viña del Lamero por precio de 5.383 reales de los cuales se obligaba a pagar el dicho Alonso 2.383 a Melchor López, y a las monjas de San Diego de Garachico por ciertos tributos que sobre la dicha viña confesaban tener.
Otra escritura de 12 de abril de 1633 cita que 'Gregorio Rodríguez, vecino de Garachico, como hijo y heredero de María Diaz devuelve a don Alonso de Ponte una viña, agua y lagar en el Lamero, que la dicha María Diaz, y Sebastián Diaz su marido compraron a Manuel Juan; sobre lo cual se siguió pleito que había ganado el don Alonso ante el [Tribunal] Ordinario de esta Ysla'.
Gonzalo Francisco Labrador (y piloto de la Carrera de Indias) y María Henrique su mujer como heredera de María Dias, devuelve a Alonso de Ponte lo que les correspondía en el Lamero, por la compra que dicha María Dias había hecho a Manuel Juan. Pasó ante Gaspar Delgadillo en 13 de abril de 1633.
La finca tenía lagar y bodega en fecha de la transacción a 12 de abril de 1633, lindando por naciente con callejón que va al molino nuevo de Nicoloso de Ponte, por poniente con acequia que toma el agua de las canales grandes que hay en dicha viña, por abajo con solares calmos y por arriba con viña del dicho Rodríguez que heredó de su madre; esta lindaba por naciente con el mismo callejón, por poniente parte adjudicada a Gonzalo Francisco su hermano, y la de Sebastián Díaz, al sur los demás linderos.
Otro de 13 de abril de 1633 donde 'Gonzalo Francisco, vecino de Garachico y piloto de la carrera de Indias devuelve a don Alonso de Ponte Ximénez la parte que le correspondía en el Lamero por María Dias su madre por compra hecha a Manuel Juan'.
Un documento de 26 de octubre de 1618 indica que 'Don Alonso de Ponte da a tributo a Manuel Juan, vecino de Garachico, un pedazo en el Cercado del Lamero, que su abuela Dña Ysabel Jorva y Juan Francisco Ximénez su padre administrador del mayorazgo fundado por Pedro de Ponte habían trado con dicho Manuel Juan, y no le habían celebrado la escritura'.
Y un documento de 18 de abril de 1633, ante Mateo del Hoyo y Gaspar Delgadillo, explica que 'Don Alonso de Ponte Ximénez y Sebastián Diaz, vecinos de Garachico, transaron un litigio que entre los dos había sobre una heredad de viña en El Lamero comprada como libre a Manuel Juan; y la pretendía como pieza del Mayorazgo que fundó Pedro de Ponte El Viejo, sobre por ambas partes se hicieron probanzas; y útimemente se convinieron en que el dicho don Alonso gozase como bienes sujetos a su Mayorazgo la viña, casas Altas y Bajas, agua, parte de lagar, y huerta, tierra calma, ... y ha de pagar a dicho Sebastian Dias en razón de cultivo, labores, y bienhechurías 18.000 reales; quedando obligado don Alonso a pagar los tributos redimibles a que están pensionados dichos bienes
Y otra escritura de 18/04/1633, ante Gaspar Delgadillo, de transacción que parece haber otorgado el dicho Sebastián Díaz como dueño en parte del dicho Lamero [del dominio útil] con el dicho D Alonso en que le vendía, y traspasaba a Don Alonso el derecho que tenía a la dicha viña, casa y lagar, y lo demás que allí le tocaba por precio de 18.000 reales; los 7.150 que había de pagar, o su rédito al quitar al dicho Melchor López, y a las dichas monjas, y 3.000 reales que luego dice recibe, y los 7.850 restantes que el dicho Alonso se obligaba a pagar al dicho Sebastián Díaz a plazos.
Sebastián Díaz y María Díaz habían comprado la viña [el dominio útil como censatario] en 1618 a un tal Manuel Juan, ante Gaspar Delgadillo, con cargo a D Melchor y al convento de las monjas. Alonso de Ponte Ximénez redime los 300 ducados de las monjas en 23 de julio de 1636, ante Mateo del Hoyo.
Manuel Juan recibió en dación El Lamero [recordemos: el dominio útil] por Dª Isabel Jorva y Juan Francisco Ximénez, aprobada por D Alonso ante Gaspar Delgadillo en 1618, siendo declarada suya por sentencia contra Gregorio Rodríguez hijo y heredero de María Díaz [mujer segunda de Sebastián Díaz], se transaron y vendió Gregorio su tercera parte que le tocaba de su madre y un pedazo que había comprado a su padrastro con cargo que D Alonso pagase la pensión de 1.000 ducados a D Melchor López Prieto y 300 a las monjas, y cargo del tributo del cuarto al mismo Alonso.
Alonso había hecho transacción en 22/04/1633, [- en los años que estaba casado con Polonia de Guzmán y Castilla (hija de los condes de La Gomera Gaspar de Castilla Herrera Ayala y Rojas e Inés de la Peña Saavedra) -] con Gregorio Rodríguez, como heredero de María Díaz (mujer de Sebastián Díaz), que le vendía el derecho que podía tocarle de la viña del Lamero (propiedad útil), por precio de 1.000 ducados, ante el escribano Gaspar Delgadillo. En esta escritura reconoce un censo redimible por las bienhecurías de mil ducados de principal al capital D Melchor López Prieto de Sáa, como heredero del capitán Melchor López su padre y el dicho D Alonso de Ponte Ximénez redime los mil ducados ante Mateo del Hoyo a 4 de diciembre de 1639.
En dicha escritura de compra de 22/04/1633, Gregorio Rodríguez, como heredero de María Díaz mujer de Sebastián Díaz hacía transacción con Alonso de Ponte Ximénez, y le vendía y largaba el derecho que le podía tocar de la viña del Lamero por precio de mil ducados ante Gaspar Delgadillo.
En un documento de varias consultas de Gaspar de Ponte-Ximénez y Castilla (hijo de Alonso de Ponte Ximénez y nieto de Juan Francisco Ximénez) al licenciado Román se puede leer lo siguiente: "¿Iten deve pagar el dicho capitán Juan Francisco Ximénez lo que costó el sacar la viña del Lamero por averla dado a tributo de quarto no pudiendolo hacer por ser pieca del mayorazgo y prohivirlo las condiciones de él por cuya causa ocasionó el dicho señor todo el costo que hico el capitan Don Alonso de Ponte nuestro padre para sacar dicha viña?
A lo que el licenciado Román contesta: "en la quinta consulta sobre lo del Lamero digo que la data a quarto fue nula y si el succesor la hubiera seguido lo sacara, que solo devian pagar el costo del pleito, mas, pues no lo siguio y lo transó con el pretexto de las bienhechurías, no le deven cosa".
Esta casa fue la casa solariega de los Ponte-Ximénez en Garachico antes del volcán de 1706 (en el que por lo visto sufrió graves daños) y de nuevo durante la segunda mitad del siglo XVIII.
A partir del segundo cuarto del siglo XIX, se consideró la casa solariega de los Ponte Ximénez en Garachico la construida en los últimos años del siglo XVIII por Catalina Prieto en la actual calle Esteban de Ponte (que es ahora el señero Hotel San Roque), antes calle San José y antes calle del medio. Quizás por estar mejor situada en un lugar más céntrico del casco, o así se ha considerado por estar en ella el oratorio de la popular costumbre del entierro y custodía del Cristo de la Soledad (actualmente llamado de la Misericordia). Oratorio que pasó a denominarse también como de los Ponte (actualmente trasladado a la casa anexa al hotel).
Casa y hacienda El Lamero, en el casco de Garachico, casa solariega de los Ponte-Ximénez en Garachico hasta el volcán de 1706. La casa fue reconstruida en el siglo XVIII por el abuelo de Melchor de Ponte Prieto (Nicoloso) y actualmente sigue en propiedad de sus descendientes (la familia Brier Ponte, como nietos de Melchor de Ponte y del Hoyo, el cual la heredó de su padre Antonio de Ponte).
Nos cuenta Pérez Morera que "durante la segunda mitad del siglo XVII, como expresión del apogeo de la mentalidad nobiliaria y de la riqueza generada por el comercio del vino, la casa solariega de los Ponte [Ximénez] fue mejorada notablemente. Las fábricas y mejoramientos más importantes fueron realizadas por el sargento mayor don Nicoloso de Ponte-Ximénez [y Castilla], caballero de la orden de Santiago y marqués consorte de Adeje, que gastó en ellas más de 30.000 ducados, y por su padre, don Gaspar de Ponte-Ximénez [y Castilla].
Nicoloso de Ponte también alhajó y dotó el recinto sacro de la ermita de San Antonio de Padua con nuevas imágenes [por ejemplo la figura del San Pedro Alcántara que hoy en día custodia Carlos Acosta García en su casa, ante el abandono que sufría la ermita] y ornamentos y añadiéndole la pieza de la sacristía.
El citado Gaspar de Ponte-Ximénez construyó otra residencia familiar en la cercana hacienda de El Majuelo [conocida actualmente como la casa de los Villafuerte, descendientes de los Ponte Ximénez, cuyo propietario actual es el actual marqués de Villafuerte Luis Ignacio López de Ayala y Aznar], que había recibido entre los bienes dotales de su esposa Paula de Ponte Fonte y Pagés [es más correcto apellidarla de Ponte Azoca y Vargas, bisnieta de Bartolomé de Ponte y Cuevas, que inició la rama Ponte Fonte, hijo segundo éste de Bartolomé de Ponte y Vergara], con la que había casado en 1642. Situada a la entrada de la villa y puerto de Garachico y colindante por el oeste con El Lamero, en ella fabricó las casas principales de su morada con el mayor dispendio, de modo que - según declaraba en su testamento en 1674 - en su construcción gastó más de 40.000 pesos (...).
Según sus actuales propietarios, la hacienda de El Majuelo no fue afectada por la lava ni por el consiguiente incendio del volcán de 1706. Su aspecto actual más moderno se explica por una profunda reforma en ella que se ejecutó a comienzos del siglo XX, siendo el arquitecto Mariano Estanga.
En la foto aérea puede apreciase la casa de la Hacienda El Majuelo,
destacada al rodearla con un trazo amarillo
Portada del capítulo Hacienda El Majuelo editado en 2022 por la Universidad de La Laguna ULL, en el libro digital "La Ruta de las Haciendas. Haciendas Vitícolas del Norte de Tenerife".
Prosigue Pérez Morera: El suntuoso edificio de la casa principal y solariega [El Lamero] del mayorazgo de Ponte [Ximénez] fue destruido y arruinado por las lavas [y el incendio que provocó] del volcán de 1706. Al respecto escribía [años después] José Morales Benítez, en nombre de Melchor de Ponte y Prieto, poseedor del mayorazgo [entre 1801 y 1817]: 'Bien sabe V.E. que el volcán que reventó sobre Garachico en 1706 deboró inmensos predios de su comarca, cayó sobre la población y después de haber insendiado su mayor parte redujo su suelo y el de las vistosas haziendas y emparrados que lo sircumbalava a montes volcánicos y labas erisadas que lo inutilisaron entre los puntos que se apoderó y que quedaron debajo de sus labas fueron las casas principales de Pedro de Ponte que valían más de 2000 ducados, su hermita, huerta de naranjos y la hazienda del Lamero en su mayor parte (...)'.
Cuatro años después de la erupción volcánica que redujo los cuantiosos bienes del mayorazgo y sepultó la mayor parte de las viñas y morales de la hacienda del Lamero, don Nicoloso de Ponte-Ximénez, en escritura de agregación de bienes otorgada el 15 de septiembre de 1710, declaraba, asímismo, que la casa principal del mayorazgo, con sus bodegas, caballerizas, lagar y molino de arriba, había sido inundada y quemada por las lavas del volcán.
(...) La construcción de El Lamero anterior al volcán se levantaba al poniente (oeste) de la actual, por debajo de la calle El Drago y del Molino de Arriba y con frente a tres callees orientadas hacia el naciente (este), hacia la nueva calle de San Sebastián, por el norte, y hace la calle de los Morales por el sur, límite entre los barrios de los Morales y San Telmo, situado hacia el mar.
En época más reciente, cuando se construyó la carretera de acceso al barrio de San José (El Volcán), se localizaron en este lugar las piedras de arcos y columnas que llamaron la atención por su indudable belleza. Ocurría esto - escribe Acosta García - junto al molino que aún se conserva en las inmediaciones de El Lamero, donde los citados fragmentos se guardan. La factura de esta cantería labrada recuerda a la de la Casa de Piedra de la misma villa, construida a partir de 1652 en la antigua plaza de San Francisco por don Juan Bautista de Ponte Fonte y Pagés, primer marqués de Adeje [sus sucesores serían también condes de la Gomera], trozos de basas, fustes estriados, cornisas, remates piramideales y piedras almohadillas y cajeadas".
Un siglo más tarde de la erupción, era recordada como una espléndida residencia construida con mármoles, jaspes y canterías exquisitas derretidas por las coladas lávicas, que destruyeron 'un edificio tan sumptuoso y magnifico como era la casa de los Ponte, en la qual solo reparos hechos por Don Gaspar y don Nicoloso ascendieron a más de 60.000 pesos, según consta de los autos y de este certificado que precento y juro en toda forma (...)'.
Y siguiendo el relato del Clío Garachicense 2 'La Hacienda El Lamero y los Orígenes de Garachico', de Jesús Pérez Morera, podemos saber que: "Tras la erupción volcánica de 1706, la casa solariega de los Ponte [Ximénez] fue edificada, mucho tiempo después, en su actual localización, al este y por encima de la antigua residencia. El nuevo edificio fue construido sobre la antigua casa de criar seda y superpuesto a la ermita de San Antonio que había erigido entre 1633 y 1635 el capitán Alonso de Ponte Ximénez a la entrada de su hacienda, inegrada, a partir de ahora, dentro del conjunto doméstico. La construcción del mismo se debe en su mayor parte a Nicolás de Ponte-Ximénez [de Ponte-Ximénez y Ponte, nacido en 1721 y que casó en 1749 con Catalina Teresa de Ponte y Mesa, hija del II marqués de la Quinta Roja], que sucedió en la posesión del mayorazgo familiar después de la muerte de su padre en 1764. Hacia 1785 este caballero extendió la vivienda e hizo considerables fábricas, incluida la sorprendente escalera principal -única en las islas -, en la que aprovechó la cantería labrada que pudo extraer en las excavaciones que practicó en la mansión anterior arruinada por el volcán.
Así lo manifestaba en 1797, Juan Rodríguez Núñez, en nombre del marqués de Villafuerte [en unos documentos a cuenta del pleito familiar de las 9.560 doblas], al señalar que El Lamero 'estaba la casa que llaman de la seda, sobre la que Dn Nicolás de Ponte, padre de la contraria, fabricó de 12 años a esta parte unos aposentos para extender su vivienda que tubo hasta que falleció y para cuya fábrica, habiendo escavado en la quemada, sacó porción de la cantería labrada con que hizo una escalera y un tirante de yerro. Se ve también en ella un estanque que fabricó el sargento mayor Dn Gaspar de Ponte, padre de Dn Nicoloso para recoger el agua de riego de dicha villa, y la ya expresada del Manjuelo, que era de su mujer Dª Paula de Ponte (...)'.
Por su parte, el representante de don Melchor de Ponte y Prieto hacia referencia al cuarto de poniente de la casa de El Lamero, edificado por don Nicolás de Ponte sobre la ermita de San Antonio de Padua y junto a la parte conocida como parrales del Molino de Arriba:' y que quanto se halla y es conosido con el nombre de parrales del molino y quarto de poniente de la casa del Lamero fabricado por Dn Nicolás de Ponte, cortando derecho a los restos de la suerte de los paredones que escaparon al bolcán no debe ser embargado por este senso y menos el molino que se halla en dicha suerte del Drago o en los solares dstruidos de antes que hicimos mención'.
En los autos seguidos poco después contra los medianeros y arrendatarios de las fincas secuestradas del mayorazgo [a cuenta del citado pleito familiar de las 9.560 doblas PINCHAR AQUÍ] se hace también referencia a las mismas fábricas:' Esta casa ha sido la solariega de los poseedores del mayorazgo de Ponte [de Ponte-Ximénez]; en ella vivió y murió Dn Nicolás de Ponte, quien hizo en ella considerables fábricas. En ella tiene don Gaspar de Ponte [el padre de Melchor de Ponte y Prieto] infinitos muebles y alhajas. El mismo don Gaspar tiene todas las llaves de sus piesas; de esa casa a la que vive actualmente el citado don Gaspar [la hacienda del Majuelo, hoy en día de sus descendientes los Villafuerte] hay la miserable distancia de poco más de dos tiros de fucil (...)'.
En la liquidación de los bienes secuestrados, los peritos designados (...), apreciaron la casa y ermita de El Lamero, distinguiendo entre fàbrica nueva y la antigua. El valor de las bienhechurías y la fábrica nueva fue calculado, en lo referente los capítulos de carpintería y mampostería, en 2.427 pesos, en tanto que la fábrica antigua ascendía únicamente a 243 pesos".
Esto da una idea de lo poco que se conservó de la casa antigua.
Según Pérez Morera: "Salvo algunas intervenciones puntuales, la casa de la hacienda El Lamero se ha conservado prácticamente intacta en toda su integridad, a pesar del abandono que ha padecido en las últimas décadas, incuria que sin duda la ha preservado de las acostumbradas mixtificaciones, falsificaciones y malas intervenciones. Ello constituye otro de los principales valores que, hoy por hoy, atesora esta hacienda y residencia suburbana al mismo tiempo".
Nueve generaciones después de Alonso de Ponte Ximénez, la hacienda (ligada al mayorazgo de Ponte de la rama Ponte-Ximénez y heredada por los correspondientes sucesores) fue valorada en 1868, tras el fallecimiento del penúltimo sucesor Antonio de Ponte y Benítez de Lugo, en 57.182,48 pesetas. Se le adjudica a su hijo Melchor de Ponte y del Hoyo (abuelo de los hermanos Brier Ponte, quienes la heredarán ya en el siglo XX). Melchor fue el último sucesor del citado mayorazgo.
Gran parte de la hacienda de El Lamero no se salvó del volcán de 1706 y el edificio actual es de nueva fábrica, salvo la ermita. En este mapa de 1741 hasta qué punto permanecían terrenos cubiertos por la lengua de lava 35 años más tarde.
Los propietarios actuales del terreno que conserva la hacienda de El Lamero son la familia Brier y Ponte, descendientes directos de Melchor de Ponte y del Hoyo.
La Universidad de La Laguna también ha escrito sobre la hacienda de El Lamero, en su magnífico libro de divulgación en 2022 'La Ruta de las Haciendas. Antiguas Haciendas Vitícolas del Norte de Tenerife'.
Otra hacienda similar en su estilo arquitéctónico a la de El Lamero, pero de otra rama de Ponte, la de los marqueses de la Quinta Roja - descendientes de Bartolomé de Ponte y Vergara -, es la denominada actualmente como Hacienda de la Quinta Roja de las Cruces y San Pedro (propiedad del Cabildo de Tenerife, que la ha denominado 'Hacienda Platanera'), cuya fábrica actual se asigna al año 1735 según se indica en una placa a su entrada, y se explica que fue reconstruida tras perderse con el volcán de 1706.
Efectivamente si uno se desplaza al lugar y observa los restos de lava de la ladera justo por encima de la hacienda, puede comprobarse que una estrecha lengua de lava avanzó precisamente y fatalmente en recorrido directo a donde se encontraba la casa de la hacienda.
Dada la similitud de estilo entre ambas casas, cabría preguntarse si fueron reconstruidas en los mismos años y si incluso compartieron o no el mismo maestro constructor.
Lo que está claro es que ambas casas compartieron destinos similares, la una en el originario 'Cercado de San Sebastián' (en la parte que le tocó a Pedro de Ponte y Vergara) y la otra en el originario 'Cercado de San Pedro' (en la parte que le tocó a los herederos de Bartolomé de Ponte y Vergara); ambas fueron apenas alcanzadas por el volcán de 1706, cuyo fuego las destruyó; y ambas fueron reconstruidas a lo largo del siglo XVIII.
Esta hacienda también fue propiedad de los Brier y Ponte[-Ximénez] hasta fechas recientes, pues fue esta familia quien la vendió al Cabildo de Tenerife.
Ahora sólo resta esperar que El Lamero quede pronto rehabilitado y vuelva a lucir tanto como la segunda.
Hacienda de la Quinta Roja en el Cercado de San Pedro
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