LAS MILICIAS DE CANARIAS. LOS REGIMIENTOS DE MILICIAS INSULARES. FORTALEZAS Y CASTILLOS.
FINALES DEL SIGLO XVIII Y COMIENZOS XIX. (página en construcción).
Estados de fuerza de los regimientos de:
Milicias de Santa Cruz de Tenerife y en general Tenerife y Canarias:
PINCHAR AQUÍ PARA VER LOS ESTADOS DE FUERZA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Y EN GENERAL DE CANARIAS. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
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Estado general en abril de 1805
que manifiestan las tropas que existen sobre las armas en las Islas
(incompleto).
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Estado general en abril de 1805
que manifiestan las tropas que existen sobre las armas en las Islas.
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Estado que manifiestan los gastos ocurridos en la Maestranza de Artillería
Nacional del Departamento de Canarias a lo largo de 1813. Firmado en febrero de 1814.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en julio de 1775 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera (Veedor de la Gente de
Guerra y Contador Principal de la Real Hacienda en Canarias). Plaza de Santa
Cruz de Tenerife. Ejército de África (Infantería). Compañías de Infantería de
Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en julio de 1775 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y
prest., por Pedro Cathalany y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en agosto de 1775 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos
y prest., por Pedro Cathalany y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en agosto de 1775 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalany y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en septiembre de 1775 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para
el pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en septiembre de 1775 a 60 hombres de Artillería, para el pago de
sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de
Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en octubre de 1775 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en octubre de 1775 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos
y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en noviembre de 1775 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para
el pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en noviembre de 1775 a 60 hombres de Artillería, para el pago de
sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de
Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en diciembre de 1775 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para
el pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en diciembre de 1775 a 60 hombres de Artillería, para el pago de
sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de
Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en enero de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África (Infantería).
Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en enero de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y
prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en febrero de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en febrero de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos
y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en marzo de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
marzo de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
abril de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en abril de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en mayo de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
mayo de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
junio de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en junio de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
julio de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en julio de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en agosto de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
agosto de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y
prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
septiembre de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y
prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en septiembre de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para
el pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
octubre de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y
prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en octubre de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
noviembre de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en noviembre de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para
el pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en diciembre de 1776 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para
el pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
diciembre de 1776 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y
prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en enero de 1777 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en enero de 1777 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos
y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en marzo de 1777 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
marzo de 1777 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (1 pag) hecho en
abril de 1777 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en abril de 1777 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en mayo de 1777 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en
mayo de 1777 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (2 pags) hecho en
junio de 1777 a 60 hombres de Artillería, para el pago de sueldos y prest.,
por Pedro Cathalan y Hervera. Compañía de Artillería de Canarias.
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Extracto de la Revista (3 pags) hecho en junio de 1777 a 3 compañías de 100 hombres de Infantería, para el
pago de sueldos y prest., por Pedro Cathalan y Hervera. Ejército de África
(Infantería). Compañías de Infantería de Canarias.
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Estado de fuerza (2 pags) en mayo de
1791 de las Compañías de Infantería fijas de Canarias.
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADO DE FUERZA DE LAS MILICIAS DE LA PROVINCIA DE STA CRUZ DE TENERIFE EN ENERO DE 1846, DEL FONDO RODRÍGUEZ MOURE DE LA RSEAPT.
Milicias de La Laguna:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA DEL REGIMIENTO DE LA LAGUNA. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
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Estado de fuerzas marzo 1774.
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Estado de fuerzas junio 1774.
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Estado de fuerzas octubre 1774.
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Estado de fuerzas septiembre 1778.
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Estado de fuerzas agosto 1780.
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Estado de fuerzas abril 1781.
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Estado de fuerzas agosto 1781.
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Estado de fuerzas diciembre 1781.
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Noticia junio 1782. Relación de
soldados que se hallan inútiles.
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Estado de fuerzas abril 1782.
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Estado de fuerzas agosto 1782.
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Noticia abril 1783 (5 pags).
Relación de sargentos y soldados que se hallan inútiles. Nuevas dotaciones para
las distintas compañías.
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Estado de fuerzas abril 1783.
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Noticia agosto 1783 (3 pags).
Relación de soldados que se hallan inútiles. Nuevas dotaciones para las
distintas compañías.
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Estado de fuerzas agosto 1783.
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Estado de fuerzas diciembre 1783.
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Noticia abril 1784 (1 pag).
Relación de sargentos, cabos, tambor y pifano de sueldo continuo, con expresión
de su edad y años de servicio.
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Estado de fuerzas abril 1784.
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Estado de fuerzas agosto 1784.
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Noticia diciembre 1784 (3 pags).
Relación de cabos y soldados que se hallan inútiles. Nuevas dotaciones para las
distintas compañías.
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Estado de fuerzas diciembre 1784.
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Noticia diciembre 1784 (2 pags).
Relación de sargentos, cabos y soldados que se han ausentado sin la
correspondiente licencia (a La Habana, Caracas,…).
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Noticia diciembre 1784 (3 pags).
Relación de cabos y soldados que se han ausentado con la correspondiente
licencia (a La Habana, Caracas,…).
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Estado de fuerzas diciembre 1784.
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Noticia abril 1785 (1 pag).
Relación de cabos y soldados que se han ausentado a América sin la
correspondiente licencia (a La Habana, Lima,…).
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Noticia abril 1785 (1 pag).
Relación de cabos y soldados que se han ausentado a América con la
correspondiente licencia (a La Habana, Campeche,…).
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Estado de fuerzas abril 1785.
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Noticia agosto 1785 (1 pag).
Relación de cabos y soldados que se han ausentado a América con la
correspondiente licencia (Caracas).
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Noticia agosto 1785 (1 pag).
Relación de cabos y soldados que se han ausentado a América sin la
correspondiente licencia (La Habana, Guarico).
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Estado de fuerzas agosto 1785.
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Estado de fuerzas diciembre 1785.
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Noticia abril 1787 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a los ejercicios doctrinales de sus respectivas
compañía en los 17 domingos del primer tercio del presente año.
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Noticia abril 1787 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 11 lunes del primer tercio del año.
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Estado de fuerzas abril 1787.
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Noticia agosto 1787 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 9 lunes del segundo tercio del año.
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(bis) Noticia agosto 1787 (1
pag). Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 9 lunes del segundo tercio del año.
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Noticia agosto 1787 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 17 domingos del segundo tercio del año.
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Estado de fuerzas agosto 1787.
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(bis) Estado de fuerzas agosto 1787.
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(bis)Noticia agosto 1787 (1
pag). Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 17 domingos del segundo tercio del año.
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Noticia diciembre 1787 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 14 lunes del último tercio del año.
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Noticia diciembre 1787 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 18 domingos del último tercio del año.
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(bis) Noticia diciembre 1787 (1
pag). Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 18 domingos del último tercio del año.
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(bis) Noticia diciembre 1787 (1
pag). Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 14 lunes del último tercio del año.
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Estado de fuerzas diciembre 1787.
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(bis) Estado de fuerzas diciembre
1787.
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Estado de fuerzas abril 1788.
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(bis) Estado de fuerzas abril 1788.
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Noticia abril 1788 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 17 domingos del primer tercio del año.
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Noticia abril 1788 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 9 lunes del primer tercio del año.
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Estado de fuerzas mayo 1788.
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Estado de fuerzas agosto 1788.
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(bis) Estado de fuerzas agosto 1788.
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Noticia agosto 1788 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 18 domingos del segundo tercio del año.
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(bis) Noticia agosto 1788 (1
pag). Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en 18 domingos del segundo tercio del año.
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Estado de fuerzas diciembre 1788.
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(bis) Estado de fuerzas diciembre
1788.
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Noticia diciembre 1788 (1 pag).
Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que ha
habido en los domingos del último tercio del año.
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Noticia diciembre 1788 (1 pag).
Relación de cabos y soldados que se hallan inútiles.
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(bis) Noticia diciembre 1788 (2
pags). Noticia de la asistencia de los oficiales a la instrucción militar que
ha habido en los domingos del último tercio del año. Dotación de nuevos
efectivos.
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Estado de fuerzas abril 1789.
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(bis) Estado de fuerzas abril 1789.
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Estado de fuerzas agosto 1789.
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Estado de fuerzas mayo 1799.
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Estado de fuerzas diciembre 1805.
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Estado de fuerzas diciembre 1806.
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Estado de fuerzas abril 1807.
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Estado de fuerzas febrero 1831.
-
Estado de fuerzas mayo 1831.
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Estado de fuerzas septiembre 1831.
- Estado de fuerzas diciembre 1831.
PINCHAR AQUÍ PARA VER LOS ESTADOS DE FUERZA DE LA LAGUNA DEL FONDO RODRÍGUEZ MOURE DE LA RSEAPT.
Milicias de La Orotava:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA DE REGIMIENTO DE LA OROTAVA. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
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Extracto de marzo 1771 que
manifiesta el estado y fuerza en que se encuentra el regimiento (4 pags).
Relación de capitantes, subtenientes que se hallan inútiles o piden despacho
para ascensos,etc... Firmado por Nicolás de Mazía Dávalos.
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Estado de fuerza abril 1774.
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Estado de fuerza abril 1774.
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Estado de fuerza julio 1774.
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Estado de fuerza marzo 1775.
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Estado de fuerza julio 1775.
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Estado de fuerza noviembre 1775.
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Estado de fuerza diciembre 1775.
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Estado de fuerza abril 1778.
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Estado de fuerza agosto 1778.
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Estado de fuerza diciembre 1778.
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Estado de fuerza diciembre 1791.
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Estado de fuerza agosto 1799.
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Estado de fuerza agosto 1804.
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Estado de fuerza diciembre 1805.
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Estado de fuerza abril
1804.
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Relación de la fuerza en mayo de
1821.
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Relación de la fuerza en junio de
1821.
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Relación de la fuerza en julio de
1821.
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Relación de la fuerza en septiembre
de 1821.
-
Relación de la fuerza en noviembre
de 1821.
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Noticia (2 pags) que manifiesta el Estado de fuerza en noviembre de 1821.
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Noticia (2 pags) que manifiesta el Estado de fuerza en agosto de 1831.
- Noticia (2 pags) que manifiesta el Estado de fuerza en diciembre de 1831.
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA DE LA OROTAVA DEL FONDO RODRÍGUEZ MOURE EN LA RSEAPT.
Milicias de Abona:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE ABONA. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
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Estado de fuerza abril 1773.
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Estado de fuerza agosto 1774.
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Estado de fuerza diciembre 1774.
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Estado de fuerza febrero 1775.
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Estado de fuerza junio 1775.
-
Estado de fuerza septiembre 1775.
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Estado de fuerza julio 1780.
-
Estado de fuerza enero 1781.
-
Estado de fuerza mayo 1781.
-
Estado de fuerza septiembre 1781.
-
Estado de fuerza diciembre 1782.
-
Estado de fuerza abril 1783.
-
Estado de fuerza agosto 1783.
-
Estado de fuerza diciembre 1783.
-
Estado de fuerza abril 1784.
-
Estado de fuerza agosto 1784.
-
Estado de fuerza diciembre 1784.
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(bis) Estado de fuerza diciembre 1784.
-
Estado de fuerza abril 1785.
-
Estado de fuerza agosto 1785.
-
Estado de fuerza abril 1787.
-
Estado de fuerza agosto 1787.
-
Estado de fuerza diciembre 1787.
-
Estado de fuerza abril 1787.
-
(bis) Estado de fuerza abril 1787.
-
Estado de fuerza abril 1789.
-
Estado de fuerza diciembre 1789.
-
Estado de fuerza agosto 1799.
Otros Estados del Regimiento de Abona:
PINCHAR AQUÍ PARA VER OTROS ESTADOS DE ABONA. FONDO RGUEZ MOURE
-Estado de fuerza Junio 1777.
- Estado de fuerza junio 1777.
- Estado de fuerza octubre 1777.
- Estado de fuerza octubre 1777.
- Estado de fuerza diciembre 1796.
-Estado de fuerza diciembre 1792.
Milicias de Güímar:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE GÜÍMAR
-
Estado de fuerza julio 1774.
-
Estado de fuerza enero 1775 (dos
caras).
-
Estado de fuerza febrero 1775.
-
Estado de fuerza julio 1775.
-
Estado de fuerza noviembre 1775.
-
Estado de fuerza marzo 1778.
-
(bis) Estado de fuerza marzo 1778.
-
Estado de fuerza julio 1778.
-
Estado de fuerza noviembre 1778.
-
Estado de fuerza septiembre 1799.
- Estado de fuerza abril 1831 (dos caras).
PICHAR AQUÍ PARA VER ESTADO DE FUERZA DE GÜÍMAR DE 28 DE DICIEMBRE DE 1792. ARCHIVO RODRÍGUEZ MOURE DE LA RSAPT.
- Estado de fuerza diciembre 1792
Milicias de Garachico:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE GARACHICO
- Estado de fuerza julio 1774.
-
Estado de fuerza noviembre 1774.
-
Estado de fuerza julio 1775.
-
Estado de fuerza noviembre 1775.
-
Estado de fuerza marzo
1775.
-
Estado de fuerza marzo 1778.
-
Estado de fuerza julio 1778.
-
Estado de fuerza noviembre 1778.
-
Estado de fuerza septiembre 1788.
-
Estado de fuerza agosto 1799.
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Noticia (2 pags) que manifiesta el Estado de fuerza en mayo de 1821.
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Relación (2 pags) de la fuerza en junio
de 1821.
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Relación (2 pags) de la fuerza en julio
de 1821.
-
Relación (2 pags) de la fuerza en agosto
de 1821.
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Noticia (2 pags) que manifiesta el Estado de fuerza en septiembre de 1821.
-
Relación (2 pags) de la fuerza en noviembre
de 1821.
-
Relación (2 pags) de la fuerza en noviembre
de 1821.
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Relación (2 pags) de la fuerza en octubre de 1821.
-
Relación (2 pags) de la fuerza en diciembre
de 1821.
- Noticia (2 pags) que manifiesta el Estado de fuerza en mayo de 1828.
PINCHAR AQUÍ PARA VER EL ESTADO DE GARACHICO DE 29 DE DIC DE 1792. ARCHIVO RODRÍGUEZ MOURE DE LA RSEAPT.
- Estado de fuerza diciembre 1792
Milicias de La Gomera:
VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE LA GOMERA
-
Relación (1 pag) de la fuerza en junio
de 1821.
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Relación (1 pag) de la fuerza en julio
de 1821.
-
Relación (1 pag) de la fuerza en agosto
de 1821.
-
Relación (1 pag) de la fuerza en octubre
de 1821.
-
Relación (1 pag) de la fuerza en diciembre
de 1821
Milicias de El Hierro:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE EL HIERRO. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
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Estado de fuerza sin fecha.
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Estado de fuerza abril 1780.
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Estado de fuerza septiembre 1780.
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Estado de fuerza enero 1781.
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Estado de fuerza septiembre 1781.
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Estado de fuerza enero 1782.
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Estado de fuerza enero 1783.
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Estado de fuerza mayo
1782.
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Estado de fuerza septiembre 1782.
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Estado de fuerza abril 1783.
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Estado de fuerza agosto 1783.
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Escrito introductorio (1 pag) para estado de fuerzas diciembre 1783.
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Estado de fuerza diciembre 1783.
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Estado de fuerza abril 1784.
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Escrito de julio de 1784
excusando a los milicianos de las asambleas o ejercicios doctrinales, salvo los
que se hallan fuera de la labranza y recolección, con tal que sea en días
festivos y no de trabajo, para no privar a esos infelices de que cobren lo
indispensable para su sustento.
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Estado de fuerza agosto 1784.
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Estado de fuerza diciembre 1784.
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Estado de fuerza enero 1787.
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Estado de fuerza mayo 1787.
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Estado de fuerza septiembre 1787.
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Estado de fuerza enero 1788.
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(bis) Estado de fuerza enero 1788.
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Estado de fuerza mayo 1788.
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(bis) Estado de fuerza mayo 1788.
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Estado de fuerza septiembre 1788.
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(bis) Estado de fuerza septiembre 1788.
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Estado de fuerza enero 1789.
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(bis) Estado de fuerza enero 1789.
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Estado de fuerza mayo 1789.
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(bis) Estado de fuerza mayo 1789.
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Escritos de marzo de 1792 (5
pags) con relación al sargento Pedro Ruiz de la Fuente, acreedor a premio de
constancia.
-
Estado de fuerza septiembre 1799.
-Otros dos Estados del Fondo Rodríguez Moure:
PINCHAR AQUÍ PARA VER OTROS DOS ESTADOS DEL FONDO RODRÍGUEZ MOURE
- Estado de fuerza enero 1790.
- Estado de fuerza septiembre 1790.
Milicias de La Palma:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA DE LA PALMA DEL ARCHIVO RODRÍGUEZ MOURE DE LA RSEAPT. Milicias de Las Palmas y en Gral. de Gran Canaria:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Y GRAL. LAS PALMAS. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
-
Estado de fuerza enero 1780.
-
Estado de fuerza octubre
1791.
-
Estado de fuerza mayo 1785.
-
Estado de los frutos y manufacturas desde primero de enero a fin de
diciembre de 1789. Isla de Gran
Canaria.
-
Estado de fuerza mayo 1792.
-
Estado de fuerza septiembre 1792.
-
Estado de fuerza agosto 1799 (a
dos caras).
-
Estado que manifiesta la Fuerza Activa de la Guarnición de la Plaza e isla
de Canaria, con expresión de los cuerpos y clases que la componen. Octubre de 1801.
-
Estado que manifiesta la Fuerza de que se compone el Batallón Provincial de
la Isla de Canaria, con expresión de los cuerpos, clases y coreaje que la
componen. Julio de 1806.
- Estado que manifiesta la Fuerza Efectiva de que se compone la Columna de Granaderos Provinciales de la Isla de Canaria, con expresión de los cuerpos, clases y coreaje que la componen. Marzo de 1809 (a dos caras).
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Milicias de Telde:
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-
Estado de fuerza enero 1774.
-
Estado de fuerza abril 1774.
-
Estado de fuerza mayo 1775.
- Estado de fuerza septiembre 1777.
- Estado de fuerza septiembre 1777.
-
Estado de fuerza mayo 1779.
-
Estado de fuerza septiembre 1780 (dos
caras).
-
Estado de fuerza mayo 1781.
-
Estado de fuerza enero 1784.
-
Relación de abril de 1784 de
sargentos y cabos de sueldo continuo y algunas notas.
-
Estado de fuerza mayo 1784 (dos
caras).
-
Estado de fuerza septiembre 1784 (dos
caras).
-
Estado de fuerza enero 1785.
-
(bis) Estado de fuerza enero 1785.
-
Estado de fuerza mayo 1785.
-
Estado de fuerza septiembre 1785.
-
Estado de fuerza enero 1787.
-
Estado de fuerza mayo 1787.
-
Estado de fuerza septiembre 1787.
-
(bis) Estado de fuerza septiembre 1787.
-
Estado de fuerza enero 1788.
-
Estado de fuerza abril 1788 (dos
caras).
-
Estado de fuerza mayo 1788 (dos
caras).
-
Estado de fuerza septiembre 1788 (dos
caras).
-
(bis) Estado de fuerza septiembre 1788
(dos caras).
-
Estado de fuerza enero 1789 (dos
caras).
-
Estado de fuerza mayo 1789 (dos
caras).
-
(bis) Estado de fuerza mayo 1789 (dos
caras).
-
Estado de fuerza septiembre 1789 (dos
caras).
-
Estado de fuerza agosto 1799 (dos
caras).
Milicias de Guía:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE GUÍA
-
Estado de fuerza marzo 1774.
-
Estado de fuerza julio 1774.
-
Estado de fuerza octubre 1774.
-
Estado de fuerza febrero 1775.
-
Estado de fuerza junio 1775.
-
Estado de fuerza septiembre 1775.
-
Estado de fuerza abril 1778.
-
Estado de fuerza agosto 1778.
-
Estado de fuerza diciembre 1778.
-
Estado de fuerza febrero 1780.
-
Estado de fuerza abril 1780.
-
Estado de fuerza agosto 1780.
-
Estado de fuerza diciembre 1780.
-
Estado de fuerza abril 1782.
-
Relación (2 pags) de sargentos, cabos y soldados que se hallan inútiles
para continuar el servicio, con expresión de la causa. Mayo de 1782.
-
Estado de fuerza agosto 1782.
-
Estado de fuerza diciembre 1782.
-
Estado de fuerza abril 1783.
-
Estado de fuerza agosto 1783.
-
Estado de fuerza diciembre 1783.
-
Estado de fuerza abril 1784.
-
Estado de fuerza junio 1784.
-
Estado de fuerza agosto 1784.
-
Estado de fuerza abril 1785.
-
Estado de fuerza agosto 1785.
-
Estado de fuerza diciembre 1785.
-
Estado de fuerza abril 1787.
-
Estado de fuerza agosto 1787.
-
(bis) Estado de fuerza agosto 1787.
-
Estado de fuerza diciembre 1787.
-
(bis) Estado de fuerza diciembre 1787.
-
Estado de fuerza diciembre 1788.
-
Estado de fuerza abril 1789.
-
(bis) Estado de fuerza abril 1789.
-
Estado de agosto abril 1789.
-
Estado de fuerza octubre 1791.
-
Estado de fuerza sin
fecha.
-
Estado de fuerza diciembre 1792.
-
Estado de fuerza agosto 1799.
-
Estado de fuerza abril 1806 (dos
caras)
Milicias de Lanzarote:
Milicias de Fuerteventura:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERZA REGIMIENTO DE FUERTEVENTURA. FONDO TABARES DE NAVA EN LA RSEAPT.
-
Estado de fuerza agosto 1799.
-
Relación (1 pag) de la fuerza en junio
de 1821.
PINCHAR AQUÍ PARA VER ESTADOS DE FUERTEVENTURA. FONDO RGUEZ MOURE EN LA RSEAPT.
En el centenario de la Gesta del 25 de julio de 1797 (batalla en Santa Cruz de Tenerife, frente a la flota británica comandada por Horacio Nelson), en julio de 1897, el diario AGUERE publicó el siguiente artículo:
PINCHAR AQUÍ PARA VER ARTÍCULO DEL CENTENARIO DE LA GESTA EN EL DIARIO AGUERE
PINCHAR AQUÍ PARA VER ARTÍCULO DE PRENSA DEL SEGUNDO CENTENARIO DE LA GESTA
PINCHAR AQUÍ PARA VER LIBRETO DE: MILICIAS CANARIAS Y PAISANAJE. RSEAPT (2016):Daniel García, Cristina Ginovés y Zulaika Navarro (eds.)
MILICIAS Y PAISANAJE. SIGLO XVIII. AUTOR: AMÓS FARRUJIA.
PINCHAR AQUÍ PARA VER LIBRETO DE: EMIGRACIÓN Y MILICIAS CANARIAS. Farrujia Coello, A. (2017). Emigración y milicias en Canarias: 1771-1799. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) , XXII-004. http://coloquioscanariasmerica. casadecolon.com/index.php/aea/article/view/9959
A continuación un texto de Emilio Abad Ripoll, sobre las milicias canarias:
1. Los
inicios y el siglo XVI
Aunque se
emplee comúnmente la denominación de Milicias
Canarias, con mayor propiedad se las debería nombrar como Milicias Provinciales de Canarias, pues
formaron parte de aquellos cuerpos de reserva del Arma de Infantería que con la
denominación de milicias provinciales subsistieron en España desde el siglo XVI
hasta 1867.
Aquí, en Canarias, a finales del siglo xv había terminado la conquista del
archipiélago y, tanto en las islas de realengo como en las de señorío, había
comenzado la labor colonizadora, es decir, empleando palabras de Rumeu, «la
tarea pacífica». No obstante, —«herencia» del espíritu de la Reconquista— una
ola de expansión impregnaba todos los ambientes.
En el archipiélago, tanto los que habían llegado de la península, o de otras
tierras, como los naturales de estirpe nobiliaria, (por ejemplo, Fernando de
Guanarteme), deseaban, imbuidos de ese afán de expansionismo, ampliar los
territorios de dominación española, en nuestro caso a costa de las cercanas
tierras del oeste africano. Era una empresa que necesitaba de lo que hoy, en el
léxico militar, se denominan «fuerzas de
proyección».
Pero, además, las islas tenían ya una larga tradición, que no se iba a ver
interrumpida con la llegada de los europeos: la de sufrir con mucha frecuencia
ataques piráticos que a veces, como en el segundo tercio del siglo xvi,
revistieron gran peligro3 . Canarias era
también frontera, como dijo un fiscal de la Real Audiencia, Zuaznávar,
añadiendo que por eso «nuestras milicias fueron más de primera que de
segunda línea».
Como consecuencia, y tanto por motivaciones ofensivas como defensivas, el
espíritu bélico no se apagaba por estos roques. Se creaban unidades
mercenarias, provisionales o temporales, para las operaciones en la costa
africana; pero también, para la defensa de las islas, nacían otras unidades con
un marcado carácter de permanencia. A estas últimas, que aparecieron de forma
espontánea, porque la necesidad las obligó a ello, las podemos considerar
antecesoras de las milicias canarias.
Eran unidades que también podíamos clasificar como autónomas, pues los cabildos
tuvieron que improvisarlas por islas, de forma aislada e independiente, en
función de la amenaza que se cernía sobre cada una de ellas. Lógicamente, en
principio contaban con rudimentarios recursos, que se irían perfeccionando con
el paso de los años a la vez que se dictaban normas y disposiciones que fueron
ordenando y reglamentando aquellos incipientes cuerpos castrenses.
Aquellas masas, poco coherentes y poco disciplinadas, nos dice Darias que eran
dirigidas y mandadas por un cuerpo eventual de oficiales, «elegido por los cabildos respectivos entre las clases
hidalga y acomodada»; podemos leer entre líneas y añadir que, en
bastantes casos, con poca aptitud para el ejercicio de las armas.
Pero, ¿desde cuando podemos hablar realmente de milicias canarias? No hay
acuerdo entre los investigadores del tema; algunos creen que su origen puede
datarse en los momentos en que unidades (si se les puede llamar así) de
isleños, bajo el mando de castellanos, partieron de Lanzarote para conquistar
Gran Canaria, mientras que otros consideran que nacieron mucho después, y que
se pueden denominar por vez primera milicias canarias a los contingentes de
indígenas que, bajo el mando de Fernando de Guanarteme, se pusieron al servicio
de Alonso Fernández de Lugo para la conquista de Tenerife.
Colón de Larreátegui afirma que la antigüedad de nuestras milicias proviene
desde finales del siglo xv, cuando al terminar la conquista de las islas, pese
a la costumbre de licenciar a las tropas una vez concluida la guerra, no
sucedió así con las que pasaron a Canarias, porque «siendo estas codiciadas de portugueses y de otras naciones, hubo que
mantener en ellas aquel trozo de ejército que fue reemplazándose con los mismos
naturales» que debían ser elegidos entre «los más limpios, honrados y conocidos del pueblo».
Esa autoridad en la materia que es don Antonio Rumeu de Armas, en su obra Canarias y el Atlántico, nos da, en mi
opinión, la clave de la respuesta. Y aunque reconoce que es muy difícil su
determinación exacta, escribe así el ilustre historiador:
«No se puede hablar en Canarias de un Ejército
permanente, ni de una auténtica organización militar hasta los tiempos de
Rodrigo Manrique de Acuña y Pedro Cerón [1551], en que las Milicias se
estructuran y organizan, no ya para una acción determinada, como el ejército de
la conquista, sino como algo permanente y estable, encargado de la defensa del
país frente a sus invasores».
Quiero resaltar aquí que en aquella fecha (1551) que Rumeu fija como la del
inicio de la existencia de las Milicias, la organización se produjo solamente
en la isla de Gran Canaria, pero que pronto, apenas un par de años después, el
sistema se imitará y copiará en Tenerife y en 1554 en La Palma.
El alistamiento, tal y como se estableció con Acuña y Cerón, era universal y
solamente masculino, pues tenían la obligación de servir en filas todos los
varones de entre 16 y 60 años (aunque esta edad varió hacia arriba y hacia
abajo en función de las disponibilidades de personal), a los que se intentó inculcar
las primeras nociones de disciplina y técnica militar. Cerón, en Las Palmas,
reclutó 1.800 hombres y los distribuyó en compañías de 200 mandadas por un
capitán. Nacieron también las compañías de a caballo, en las que se alistaban
los nobles. Cuando La Palma tome como modelo y patrón la organización de las
milicias de Gran Canaria, nacerán en 1554, un año después del ataque de Pie de
Palo, un número indeterminado de compañías.
Hay que llamar la atención sobre un importante hecho diferencial entre las
milicias canarias y las peninsulares. Allí la designación de los capitanes de
compañía se producía mediante nombramiento real, mientras que aquí eran los
cabildos los que los designaban. A su vez, los capitanes nombraban el alférez,
los sargentos y los cabos de su compañía. Este tema de los nombramientos dará
lugar a continuas disputas entre los cabildos y los mandos militares regionales
o insulares, divergencias que se recogen extensamente en los trabajos de Rumeu
de Armas, Darias, Bonet, etc.
Felipe ii, en 1554, promulgó una Real
cédula en la que reconocía la situación creada «de hecho» en
Canarias y sancionaba, de manera implícita, la intervención de los cabildos en
el nombramiento de cargos a que antes hice mención. En resumen, y en palabras
de Rumeu, al pasar el ecuador del siglo xvi, las milicias canarias han dejado
de ser organizaciones «de creación
espontánea» y pasaban a formar parte del «ejército regular».
En ese mismo documento real se fijaban las obligaciones a que debía atenerse el
visitador militar (que más tarde se llamará inspector y visitador de milicias);
entre ellas figuraban las de inspeccionar las compañías, fijar fechas para la
realización de ejercicios (días festivos), revistar el estado del armamento y
mantener la disciplina.
El verdadero organizador de las milicias palmeras fue el mismo de Tenerife,
Juan López de Cepeda. Apenas dos años después, en 1556, elevaba un informe al
Consejo de Guerra en el que hacía constar que en caso de alarma podía
concentrar hasta 2.000 hombres, 400 de ellos con arcabuces y el resto mal
armados. No hay indicios de coronelías, ni tercios en estos primeros momentos,
por lo que hay que suponer que la unidad básica sería la compañía. Lo confirma
Rumeu cuando escribe que:
«Antes de la aparición de los tercios la organización
era en base a compañías más o menos desconectadas que, según las exigencias, se
agrupaban momentáneamente bajo un mando común».
Y en cumplimento de lo ordenado en la Real cédula citada
más arriba, en 1559 se producía en La Palma el primer «alarde» o revista
pública ante el visitador Alonso de Pacheco, sin datos del número de hombres
que formó, posiblemente en La Caldereta.
Son los tiempos en que en la península están naciendo nuestros famosos tercios,
y Canarias no será una excepción en la orgánica militar hispana. Un tercio tipo
español estaba constituido por 8 Compañías de coseletes (armados con picas) y
otras 2 de arcabuceros, todas de 300 hombres y mandado el conjunto por un
maestre de campo que llevaba como 2º Jefe a un sargento mayor. En Canarias el
número de compañías de cada tercio de milicias oscilará entre 3 y 12, de
acuerdo con las disponibilidades humanas de la isla o zona de ubicación de la
unidad. Como curiosidad señalar que en Fuerteventura y Lanzarote hubo compañías
de moriscos y berberiscos, que pueden considerase antecesoras de nuestros
Regulares.
Hemos dicho que hacia 1559 no aparecían datos numéricos, pero apenas un cuarto
de siglo después vamos a saber algo más acerca del contingente miliciano de La
Palma. Por un informe del ingeniero Torriani, enviado por Felipe ii para
estudiar las defensas del archipiélago, conocemos que en ocasión del ataque de
Drake (1585), se elevaba a 2.045 hombres, 600 de ellos arcabuceros y el resto,
1.445, armados con lanzas.
En cuanto a los mandos, Rumeu encontró en el Archivo Municipal de La Laguna
unas ordenanzas datadas el 3 de abril de 1554 que tratan de las obligaciones y
deberes de los mandos. Estos debían ser de «clase
hidalga y acomodada», como también nos decía Darias, y según
una Real cédula de 30
de julio de 1583 «personas de limpia
calidad, práctica y experiencia para las cosas de la guerra».
La lógica falta de unidad en el orden castrense condujo a que Felipe ii, en
1589, introdujera un cambio radical: reunir el mando político, militar y
judicial en la figura de un capitán general, que iba a tener, prácticamente,
las atribuciones de un virrey. En enero de aquel año nombró a don Luis de la
Cueva y Benavides «gobernador y capitán general de las islas de Canarias y
presidente de la Real Audiencia que en ellas reside».
No es el objeto de estas palabras comentar lo que casi unánimemente se califica
como desafortunada actuación la de este primer capitán general, cuyos cinco
años de estancia en Canarias fueron fuente casi permanente de quejas ante
supuestos abusos. Pero sí hay que detenerse en que, con su presencia, cesaron
muchas de las atribuciones castrenses encomendadas a los cabildos y el ejército
regional quedó bajo dependencia directa del capitán general. Y también quiero
llamar la atención sobre la prudencia que se refleja en las instrucciones que
Felipe ii dio a De la Cueva cuando le ordenaba, por ejemplo, que debería…
«estudiar la forma de milicia que los naturales tienen entre sí para su defensa y seguridad y pareciéndoos que conviene reformarla, lo haréis tratando con los mismos naturales para que se haga con su beneplácito».
«estudiar la forma de milicia que los naturales tienen entre sí para su defensa y seguridad y pareciéndoos que conviene reformarla, lo haréis tratando con los mismos naturales para que se haga con su beneplácito».
Luis de la Cueva, que fijó su residencia en Gran Canaria, porque allí se
encontraba la sede de la Real Audiencia, alteró en aquella isla la organización
establecida, pero en las demás se limitó a controlar las designaciones de
mandos, sin modificar o suprimir unidades.
Cuando De la Cueva abandonó el archipiélago (1594), los cabildos recuperaron
todas las perdidas atribuciones.
Y voy a cerrar este siglo xvi, significando que no he citado, ni citaré cuando
hable del xvii y el xviii, las numerosísimas ocasiones en que las
unidades de milicias acudieron a impedir invasiones, saqueos o incursiones
porque si lo hiciera, sería absolutamente imposible ceñirme al tiempo señalado.
Por ello me limito a remitirles a la citada obra de Rumeu, Canarias y el Atlántico.
Pero sí vamos a cerrar aquella centuria con un párrafo de ese autor en la misma
obra. Dice así Rumeu de Armas:
«Hay que reconocer y confesar que ningún ejército
regional puede presentar una ejecutoria tan brillante de triunfo y acciones
favorables; que el ejército del archipiélago se podía medir en eficiencia y
disciplina con el mejor de la Península en su clase y que ninguno ha prestado
servicios tan constantes y notorios a la patria».
No busca el historiador la comparación con los legendarios tercios, aquellas
unidades españolas que adquirieron fama de invencibles en toda Europa, sino con
las milicias provinciales peninsulares, por lo que no puede ser tachado de
exagerado. Es claro que se refiere Rumeu a las acciones de defensa del
territorio que nuestras milicias habían llevado a cabo durante sus primeras
décadas de existencia.
2.
Los siglos XVIII y XIX
Es
importante destacar que la organización de las milicias canarias difería muy
poco de una a otra isla; en principio porque, como quedó dicho, en Tenerife y
La Palma se copió lo que se hizo en Gran Canaria, luego porque los capitanes
generales fueron asumiendo atribuciones conferidas a los cabildos, lo que llevó
a una normalización archipielágica, y por fin porque, con el cambio de
dinastía, los vientos centralizadores que soplaron desde inicios del siglo
xviii ayudarían también a ello.
Bien, hecho este inciso, retomemos el hilo de lo expuesto recordando que cuando
don Luis de la Cueva regresó a la corte, los cabildos se apresuraron a
recuperar sus prerrogativas de designación de cargos. Pero apareció entonces
una asombrosa proliferación de fantásticos cargos y títulos, sin ningún
contenido ni necesidad castrense, que sólo parecieron crearse para satisfacer
ambiciones personales, lucir entorchados en los alardes y revistas, y,
posiblemente, contribuir a aliviar la casi siempre precaria situación de las arcas
cabildeñas como agradecimiento por las designaciones.
Pero la cosa iba a cambiar cuando en 1625 el rey nombrara capitán general de
Canarias y reformador militar a un veterano de gran prestigio, don Francisco
González de Andía, que en aquellos momentos era visitador general del Ejército.
De cual sería la situación antes de su arribada al archipiélago baste decir
que, apenas a los tres meses de su llegada, y sólo en Tenerife, había eliminado
14 cargos y ordenado que ni se restituyeran esos cargos a sus anteriores
usufructuarios, ni se usasen títulos extraños, ni se acrecentara el número de
Tercios ni el de cargos, etc. A grandes rasgos, sus reformas consistieron en lo
siguiente:
a)
Supresión de cargos, mejoras en el adiestramiento de los milicianos y limitación
en el número de unidades, que quedaron reducidas prácticamente al 50 % contando
ahora con 3 Tercios en Tenerife, 2 en Gran Canaria y 1 en cada una de las demás
islas.
b)
Limitación de las atribuciones de los cabildos —lo que no gustó en absoluto a
éstos— en cuanto a las designaciones de cargos para los mandos de las milicias.
Reglamentó que los maestres de campo, así como los sargentos mayores, siguiendo
la pauta a escala nacional, fuesen designados por el rey, a través del Consejo
de Guerra, mientras que para el mando de compañías, es decir, los capitanes, el
cabildo perdiera la atribución de designarlos directamente; ahora su labor
consistiría en proponer una terna de candidatos al capitán general, quien la
ordenaría a su gusto y la haría llegar al Consejo de Guerra, donde se decidiría
entre los propuestos.
Como insinúa Rumeu de Armas, quizás para compensar el disgusto de los cabildos,
Andía propuso al rey, que era Felipe iv en aquellos momentos, la concesión de
algunas preeminencias o ventajas a los milicianos. La principal de ellas era
que, a semejanza de las milicias provinciales peninsulares, se aplicara el
fuero militar a los milicianos (hasta el momento sólo disfrutaban de él los
maestres de campo y los sargentos mayores) cuando estuvieran efectuando algún
servicio fuera de su lugar de residencia. Pero la situación de riesgo que se
vivía en Canarias hacía que esos servicios fueran muy frecuentes, por lo que
durante buena parte del tiempo los milicianos no estarían bajo la jurisdicción
de la Real Audiencia (lo que disgustaba profundamente a ésta, dado el alto
porcentaje de milicianos entre los habitantes de las islas). No es momento de
tocar el tema, pero sirva como recordatorio que el asunto fue motivo de
fricciones entre la audiencia y los capitanes generales durante más de un
siglo.
Los milicianos seguían viendo pasar muchos años de sus vidas pendientes de la
aparición de amenazantes velámenes en el horizonte, trabajando con el martillo
en las talleres o con la azada y el arado en los campos, pero con las armas de
que podían disponer, compradas en la mayoría de los casos a sus expensas, a
mano, pues en cualquier momento —y ello sucedía con harta frecuencia— podían
ser congregados para la defensa de su terruño, de este trozo de España tan lejano
de la corte.
También tenían servicios que cubrir: Además del día de instrucción mensual, y
las citadas alarmas, acudían a formaciones, «velas nocturnas» y atalayas. Por
cierto, en el tema de las velas (guardias) nocturnas, Dacio Darias resalta que
estaba muy bien organizado en La Palma. Había «velas» en los castillos de San
Miguel y Santa Cruz del Barrio del Cabo: 16 soldados, cada uno de los cuales
cobraba 15 pesos al mes. El dinero se recaudaba entre los vecinos de los
pueblos (hasta 1808), quedando exentas las viudas.
Los años siguieron pasando y a lo largo de aquel xvii, y pese a lo reglamentado
por Andía, se iba a ir incrementando el número de tercios.
De todos es conocido que al pasar la hoja del calendario entre los siglos xvii
y xviii se iba a producir en España, desde el punto de vista estatal, una
variación trascendental: el cambio de la dinastía que regía los destinos de la
nación. A partir de ahora, la política española iba a seguir las pautas de la
francesa y los ejércitos no serían un caso distinto en esa «homologación» a
Francia.
Como consecuencia, se produjo la desaparición de los tercios, de tanta
raigambre hispana, que fueron sustituidos por los regimientos, lo que no gustó
a muchos que no veían la necesidad del cambio a una unidad que era de todo,
menos táctica. Los antiguos maestres de campo iban a ser sustituidos por los
coroneles y en el ámbito regimental aparecieron las figuras del teniente
coronel, en la plana mayor, y del teniente en las compañías.
Esa modificación, que se produjo en Canarias poco tiempo después del ataque de
Jennings a Tenerife (1706), estableció que, por lo que a infantería se refiere,
en la isla del Teide existieran 9 regimientos, en Gran Canaria 3, en La Palma,
Fuerteventura y Lanzarote 1 por isla y «compañías sueltas» en El Hierro y La
Gomera. En cuanto a caballería contaban con 1 compañía Tenerife, Gran Canaria y
La Palma.
En 1723 desapareció también la denominación de capitán general para la máxima
autoridad militar del archipiélago, que pasó a titularse comandante general. Y
a lo largo del siglo xviii fueron apareciendo nuevos cargos en la
administración militar de las islas, como el de segundo comandante general
(1767) —que en 1775 pasaría a denominarse teniente de rey— o los de comandante
de ingenieros y comandante de artillería, pero para las milicias iba a revestir
una especial importancia la promulgación de unas nuevas ordenanzas en 1766 y,
sobre todo, la llegada a Canarias, tres años después, del hombre encargado de
aplicarlas: el coronel don Nicolás Mazía Dávalos, designado por Carlos iii como
segundo comandante general y con la misión exclusiva de instruir y disciplinar
a las milicias
La verdad es que Mazía no empezó con buen pie su andadura canaria, porque por
un lado el comandante general no veía con buenos ojos su designación, ante una
posible pérdida de atribuciones, y por otro los cabildos y los pueblos no se
sentían muy felices ante la perspectiva de tener que alojar a los «soldados
veteranos» que acompañaban al Coronel (172 hombres: 15 oficiales, 60 sargentos,
90 cabos y 7 tambores y pífanos). Pero también hay que hacer justicia a su
trabajo y reconocer que cumplió con creces lo ordenado.
En su actuación cabe distinguir dos temas distintos. El primero fue el de las
guarniciones «fijas», es decir, la de la creación de unidades que, por su
consideración de «permanentes», estaban formadas por gente dedicada
exclusivamente a la defensa. Era un propósito ya antiguo —tenía el
antecedente del «presidio» de Las Palmas— y su finalidad era doble: la de
constituirse en el principal soporte humano de la defensa (lo que descargaba a
los milicianos de acudir a todas las alarmas que se pudieran producir) y la de
instruir a las milicias. Mazía organizó 3 compañías fijas de infantería, de 100
hombres cada una (2 en Tenerife y 1 en Gran Canaria) y 1 compañía fija de
artillería, de 60 hombres (en Tenerife, pero enviando un destacamento a Las
Palmas para instruir a los artilleros milicianos). Pero como se ve, el resto de
las islas seguían siendo defendidas exclusivamente, si no se producía refuerzo
de los «fijos», por las viejas milicias.
El segundo tema iba a ser el de la reorganización de las milicias canarias.
Tenerife va a contar ahora con 5 regimientos de infantería, Gran Canaria con 3,
La Palma, Fuerteventura y Lanzarote con 1 cada isla y las dos menores con
compañías «sueltas». Y en lo referente a la artillería, 6 compañías estarán en
Tenerife, 2 en Gran Canaria, 1 ½ en La Palma y Lanzarote y 1 en Fuerteventura.
Por estar en La Palma les diré que su regimiento de infantería se redujo de
3.200 a 1.176 hombres.
Aunque Mazía había creado tres compañías fijas (es decir, del ejército
regular), el comandante general Marqués de la Cañada, duplicando el número,
organizó el Batallón de Infantería de Canarias (1779), con sede en Santa Cruz
de Tenerife y con las conocidas misiones de refuerzo de la guarnición e
instrucción de milicianos. En él iban también a realizar sus prácticas de mando
los oficiales de las milicias.
Ese batallón, reforzado con once compañías de granaderos y cazadores de
milicias de todo el archipiélago, se fogueó en la campaña del Rosellón, en
1793, lo que nos vino a las mil maravillas cuando Nelson intentó tomar Tenerife
pocos años después.
3.
El siglo XIX
En 1803 (y
siguiendo los pasos del aparecido a escala nacional el año anterior) se aprobó
el Reglamento de nueva planta y
constitución de los regimientos provinciales de milicias de Canarias en
el que se reducían a una tercera parte aproximadamente sus unidades y efectivos
pero que ni comentaremos, pues un año después quedó en suspenso por una
Real Orden ante distintos errores encontrados en el mismo.
En resumen, que cuando el alcalde de Móstoles declaró la guerra al emperador
del mundo, casi a mediados de 1808, las milicias Canarias estaban constituidas
por las siguientes unidades y distribuidas así por el archipiélago:
—En
Tenerife: cinco regimientos de infantería, de unos 840 hombres en plantilla (La
Laguna, La Orotava, Garachico, Güimar y Abona) y seis compañías de artillería
en las que se encuadraban un total de 405 hombres.
—En Gran Canaria: tres regimientos de infantería, de aproximadamente 960 hombres (Las Palmas, Telde y Guía) y dos compañías de artillería que totalizaban 240 artilleros.
—En La Palma: un regimiento de infantería (1.176 hombres) y dos unidades de artillería con 160 hombres en total.
—En el resto de las islas: un regimiento de infantería por isla (Lanzarote, 592 hombres; Fuerteventura, 744 hombres; La Gomera, 624 hombres y El Hierro, 420 hombres).
—En Gran Canaria: tres regimientos de infantería, de aproximadamente 960 hombres (Las Palmas, Telde y Guía) y dos compañías de artillería que totalizaban 240 artilleros.
—En La Palma: un regimiento de infantería (1.176 hombres) y dos unidades de artillería con 160 hombres en total.
—En el resto de las islas: un regimiento de infantería por isla (Lanzarote, 592 hombres; Fuerteventura, 744 hombres; La Gomera, 624 hombres y El Hierro, 420 hombres).
Es decir, que el total de tropa miliciana era en ese momento de 11.441 hombres.
Y muy poco después «se proyectarán» otra vez algunas unidades milicianas fuera
del ámbito del archipiélago. En 1809 se completaron con milicianos las
plantillas del Batallón de Infantería de Canarias para acudir a la Guerra de la
Independencia, en la columna que salió de Tenerife, y otros 600 formaron la
Granadera Canaria que, con el mismo fin, partió de Gran Canaria.
Tras
otros dos intentos de reforma a escala regional y a cargo de los capitanes
generales del momento (Casa Cagigal y Rodríguez de la Buria) y las apariciones
y desapariciones, como consecuencia de los vaivenes políticos que sufría
España, de otras milicias (las Honradas, la Nacional, la Nacional Activa, los
Voluntarios Reales, etc.) en 1844 se procedió a reorganizar las milicias
provinciales. Los ya conocidos once regimientos canarios se reconvirtieron en
ocho batallones y se mantuvieron las secciones de La Gomera (con cinco
compañías) y El Hierro (con dos compañías). Aquellos batallones provinciales de
milicias se distribuyeron así:
—tres en
Tenerife: 1º en La Laguna, 2º en La Orotava y 3º en Garachico.
—dos en Gran Canaria: 4º en Las Palmas y 5º en Guía.
—uno en cada una de las siguientes islas: La Palma (6º), Lanzarote (7º) y Fuerteventura (8º).
—dos en Gran Canaria: 4º en Las Palmas y 5º en Guía.
—uno en cada una de las siguientes islas: La Palma (6º), Lanzarote (7º) y Fuerteventura (8º).
Todos tenían ocho compañías, compuestas por un número variable de hombres.
También existían diecisiete compañías de artillería, con un total de 1.100
artilleros en plantilla, pero cuando se disolvieron las milicias sólo tenían en
fuerza 347. En resumen, las plantillas de las milicias recogían un total de 16
jefes, 257 oficiales y 8.411 milicianos.
Creo que es el momento de comprobar —para aclarar ideas— cual fue la evolución,
en unidades y hombres, de la organización de las milicias en esos 3 hitos
tocados de 1771, 1803 y 1844.
Si nos fijamos en el siguiente cuadro comparativo, en 1771 el número de
regimientos sabemos que había descendido hasta llegar a los 13 fijados por
Mazía Dávalos, pero mucho más significativo es que, contando a los artilleros,
existían en el archipiélago algo menos de 11.500 milicianos.
* No entró en vigor.
Era una cifra relativamente muy alta en comparación con la de milicianos
peninsulares, como bien destaca Rumeu, pero no tiene en cuenta que aquí, en esa
fecha no había reclutamiento para el ejército regular (lo que sí sucedía en la
península). Además, el reclutamiento se había fijado ya entre los 18 y los 40
años de edad, y no como antes, entre los 16 y los 60. Para hacernos una idea de
la disminución de la presión sobre la población, baste recordar que cuando el
ataque de Blake (1657) se concentraron sólo en la plaza de Santa Cruz de Tenerife
más de 12.000 milicianos procedentes de todos los puntos de la isla. En 1771,
no llegaban a ese número en todo el archipiélago. Si pensamos que la población
de Canarias era de unas 160.000 personas en ese año, es decir, entre 27.000 y
32.000 vecinos u hogares, tenemos que aproximadamente en una de cada 3
viviendas familiares había un miliciano. No obstante, el esfuerzo humano era
enorme, y eso que no hemos tenido en cuenta en este breve repaso las muchas
levas de canarios que se produjeron en los siglos xvii y xviii para combatir en
Flandes y América. Yo he contado al menos nueve.
Mucho descendieron las plantillas en 1803, en el reglamento que no entró en
vigor, pero las de 1844 suponían un 74% de las de 1771. Había disminuido
todavía más la presión, pero es que además ahora existía ya en el archipiélago
una unidad regular, el Batallón de Infantería de Canarias, y, con mucha
frecuencia, unidades camino de ultramar, lo que ayudaba a disuadir del intento
a potenciales invasores. Y, muy importante, el riesgo de un ataque era mucho
menor. En consecuencia sólo habrá a mediados del XIX un miliciano cada seis
familias, en una población que ya superaba los 225.000 habitantes.
En 1864 nueva reorganización, siguiendo la pauta a nivel nacional,
constituyéndose 3 Medias Brigadas y agrupando cada nueva unidad algunos de los
batallones citados. Este sistema sería suprimido dos años después.
Y tan sólo habían de pasar unos meses, ya en 1867, para que en la península
desaparecieran las milicias provinciales, comenzando a utilizarse los conceptos
de Ejército Activo y Ejército de Reserva. Aquí el componente
activo lo constituía el Batallón Ligero Provisional de Canarias, heredero de
nuestro conocido Batallón de Infantería de Canarias. Su tropa era voluntaria, y
si no se cubrían las plantillas se completaban con prorrateos forzosos entre
los batallones y las secciones de milicias.
Tras ese primer aldabonazo, en 1876 se suprimieron las 17 compañías de
artillería por«anticuadas e inservibles».
Estaba claro que el final de las milicias canarias se acercaba. En 1880 el
Ministro de la Guerra pedía que se le enviase urgentemente un proyecto de
reorganización de nuestras milicias, pero no sería hasta el 10 de febrero de
1886 cuando se publicase un Real
decreto poniendo en vigor un Reglamento de organización del Ejército Territorial de Canarias.
En el 3º de sus artículos se podía leer: «En
su consecuencia, quedan suprimidas las Milicias Canarias y su Subinspección».
Con la desaparición de las milicias nacía entonces el Ejército Territorial de
las Islas Canarias, sujeto a las mismas leyes y disposiciones que el
peninsular, con cuerpos activos y de reserva. Los contingentes de los activos
se reemplazarían según el modelo peninsular, pero quedaban exentos los canarios
de ir a servir, en tiempos de paz, a las provincias de ultramar. Para los de
reserva se organizaban seis batallones de reserva, que mantenían las dotaciones
territoriales de los antiguos cuerpos de milicias.
En resumen durante el siglo xix, especialmente a partir del inicio del reinado
de Isabel ii, tengo la sensación de que, con respecto a las milicias canarias:
—No se supo
bien qué hacer, porque:
a) no podían regirse por las mismas normas que las milicias provinciales peninsulares, dado que su misión exclusiva y permanente de defensa del archipiélago (durante más de dos siglos sin fuerzas del ejército regular y desde finales del XVIII convertidas en su segundo escalón), no tenía parangón con las de allá, reserva de las del ejército del rey.
b) «esto» caía lejos y existía un gran desconocimiento de la realidad canaria en la corte.
a) no podían regirse por las mismas normas que las milicias provinciales peninsulares, dado que su misión exclusiva y permanente de defensa del archipiélago (durante más de dos siglos sin fuerzas del ejército regular y desde finales del XVIII convertidas en su segundo escalón), no tenía parangón con las de allá, reserva de las del ejército del rey.
b) «esto» caía lejos y existía un gran desconocimiento de la realidad canaria en la corte.
Y si, más o menos, desde la perspectiva de Madrid y sus alrededores, el sistema
funcionaba aquí, más valía «no meneallo».
—Por ello:
a) en muchas ocasiones nuestras milicias no se incluyeron en las reformas o reorganizaciones generales;
b) cuando sí se hizo, en varias de ellas se produjo con retraso, como si se hubiesen dado cuenta tarde o no estuviesen seguros de la necesidad de reformarlas;
c) las milicias canarias pervivieron casi dos décadas más que las peninsulares, sencillamente porque se consideraba que hacían falta, que eran necesarias para la defensa del archipiélago.
a) en muchas ocasiones nuestras milicias no se incluyeron en las reformas o reorganizaciones generales;
b) cuando sí se hizo, en varias de ellas se produjo con retraso, como si se hubiesen dado cuenta tarde o no estuviesen seguros de la necesidad de reformarlas;
c) las milicias canarias pervivieron casi dos décadas más que las peninsulares, sencillamente porque se consideraba que hacían falta, que eran necesarias para la defensa del archipiélago.
Y, lo acabamos de ver, en 1886 se llegó al final de una trayectoria que,
oficialmente había comenzado en 1561. Es decir, al menos 325 años de
existencia. Las milicias canarias fueron, desde mucho antes de que la
revolución francesa extendiese la idea, el más verdadero y genuino concepto de
«el pueblo en armas».
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